- Colócatela en la boca detrás de los labios y sujeta la lengüeta de la placa entre los dientes.
- Mantén los labios sellados, la lengua alta y respira solo por la nariz.
- Aprieta y frota con los dientes sobre la parte horizontal de la lengüeta, imitando movimientos masticatorios.
- Úsala a diario cuando estés en casa, haciendo tus tareas, viendo televisión, etc. y mientras duermes.
- Aséala con jabón y aclárala con agua abundante tras su uso.
Si vas de viaje o de vacaciones, no olvides incluirla en tu equipaje.
Consulta a tu dentista de confianza